A los
suspiros de la niebla seguía
Sin saber hacia
donde me dirigían
Esperé
pacientemente tanto tiempo
Para conocer
aquella calma que se disipaba
En una belleza
somnífera
De aquellas
que no te dejan otra opción
Más que con
prudente detenimiento contemplarla
De una
pesadilla había despertado
Para
sumergirme en la volatilidad de una orquesta fantasma
Arrastrado
por cantos melodiosos
Con ecos que
se propagan a través de la niebla espectral
Invade la
orilla del lago
Aquella
calma anterior a la tormenta
El tiempo se
detiene cuando los cisnes bailan
Tan hermosa,
y tan extraña
Es su manera
de deslizarse por las aguas
Antes de
elevarse hacia los cielos
Y dejarme otra
vez solitario
¿Cómo romper
una maldición
Que ya debería haber sucumbido
Ante mi entrega
a una promesa inmortal?
Esta, y cada
noche
Me dirijo
hacia el claro de la orilla del lago
Esperando
que el hechizo se rompa
Con la fuerza
de mi voluntad cansada
Impulsada por
el tormento
De una
alegría extraviada
A las tres
de la mañana,
Junto al
secreto del sigiloso lago
Mi alma es
desmantelada
Y todo lo
que expreso
Es despojado de simbolismos desconfiados
Bendecido
por la luminosidad
De estrellas
ya ausentes en galaxias lejanas
Como si
hubiera sido elevado hacia los campos Elíseos
Libre de
toda dolencia,
Libre de
cualquier mal
Libre de
todo
Corrí durante
horas
Y ya casi la aurora me alcanza
Mírame ahora,
Como me
lanzo desde lo alto,
Tan
despreocupado,
Y todos me
preguntan como lo hago
Ilusos no
saben,
El precio
que pago
Todo lo que
di a cambio,
De todos los
planos de los que fui expulsado
Antes de atreverme
a ser presenciado sin mi traje de Uranio
Parame
frente a quien baila en aquel lago
Quisiera
poder abrir un portal
Hacia
lugares perdidos en los abismos del espacio
Con el deseo
vehemente de sostener aquella mano
Y bailar en
la última noche de esta condena
Iluso no
sabía
Que nunca
más durante las noches dormiría
Pues mis
sentidos anhelan siempre lo que es difícil alcanzar
Arrastrado
por la niebla espectral
No puedo parar antes de mi cometido lograr
¿Cómo
ponerle final a una maldición que al acabar
Me abandonará
en un vacío radioactivo
Y ionizará
los huesos con un vapor explosivo?
Tantos destellos
que del olvido esperan ser rescatados
Llorando las
lágrimas de quienes son apagados
No sabían
Que pronto serían
presenciados
Cuando arrastrados
por el caos de verdad
Me rescataron
de mi fragilidad impostora
Ya nada
quedaba
En mi vasija
de plata
Cuando mis fantasías
se manifestaron
Ya sin vergüenza,
Hipnotizado
En la orilla
del claro del lago
A las musas les
canto